miércoles, 11 de marzo de 2009

Nietzsche, reflexión mentirosa

Cuando la verdad nos incomoda, dudamos. Cuando la mentira nos disgusta
también dudamos. Cuando la verdad y la mentira son agradables les
creemos y les queremos creer.
Todos queremos creer que nos quieren aunque no sea cierto. Todos
queremos creer que somos sanos aunque estemos enfermos.
Nos es más fácil entender y confiar que somos buenos para algo, a
pesar de que seamos torpes.
La verdad y la mentira en un sentido extramoral, como nos lo hace
reflexionar Friedrich Nietzsche, es mera subjetividad. Creo que es
algo parecido a la belleza. Cuando dos hombres ven a una mujer, a uno
le puede parecer enana y al otro de justa medida; a uno se le puede
hacer seria y al otro aburrida; uno puede pesar que tiene bonito pelo
y el otro que es una güera oxigenada; a uno le puede parecer llenita y
al otro gorda; uno puede comentar que es liberal y el otro que es una
fácil: ¿Quién de los dos dice la verdad?,¿quién de los dos dice la
mentira?
Para algunos el ex Presidente Vicente Fox fue una vergüenza nacional y
para otros un orgullo de cambio. Para muchos la Revolución Mexicana
fue una lucha patriota y para otros una rebelión de malvivientes. Un
mito.
Entonces, ¿quién está equivocado al margen de nuestras limitaciones morales?
La mentira es necesaria para que el hombre pueda sobrevivir.
¿A caso es reprobable decirle a un moribundo que siga luchando por su
vida, que se puede salvar, a pesar de que tiene sólo el 1 por ciento
de esperanza de seguir vivo? Decirles que se puede salvar podría
creerse mentira por tan pequeña posibilidad; decirle lo contrario
sería irle midiendo el ataúd.
Todos necesitamos de la mentira.
El mundo sería demasiado amargo si conociéramos la verdad de todo.
Sólo hay que imaginar qué pasaría con el pueblo mexicano si el
Presidente Felipe Calderón nos dice que, comparados con Francia, somos
unos burros incultos. O que, SI FUESE EL CASO, nos dijera que
efectivamente llegó a la presidencia por un fraude electoral. O que la
educación mexicana es mala porque así lo decidió el Gobierno por
mantener un sistema de control político.
Esta es información demasiado negativa para un pueblo que necesita
esperanza. Y la mentira, en la mayoría de los casos, eso es lo que nos
da. Esperanza. Es prudente reconocer que también se dicen mentiras
para dañar a los individuos, pero creo que son las menos.
El ser humano se cree el centro del universo. Se cree un sol al que le
rodean planteas y estrellas. Pero eso no es necesariamente verdad, aún
así, y aunque la mayoría de los humanos lo sabemos, estamos
conscientes de que somos tan débiles como una planta, un león y un
gusano, preferimos asumir como verdad una mentira: que somos lo más
importante del universo y que somos especiales. Esa mentira se
convierte en verdad porque así lo creemos y lo decidimos. La verdad,
en verdad, es una mentira y la mentira es una verdad. Son la misma
cosa. Cada quien coloca el hecho y objeto a la derecha o la izquierda,
cada quien puede tomar esa decisión y la toma. ¿Quién nos asegura que
el sueño no es la realidad y que la realidad no es un sueño?

2 comentarios:

Sammuz Aran dijo...

NIETZSCHE HIZO LO SUYO. QUITÓ UNA BANDA DE MIS OJOS. ES IMPRESIONANTE SU NARRATIVA. LA MANERA EN QUE ARRANCA EL ESPÍRITU DE TU CUERPO Y TE DICE "esto no es espíritu, es un concepto cuya forma es la vida eterna inexistente" JAJAJA ES CALADOR PARA LOS CRÉDULOS PERSIGNADOS PORQUE TODOS LO FUIMOS EN SU MOMENTO AJAJAJJA.IETZSCHE

BIEN POR TÍ. COMPRÉ VARIOS LIBROS TE AGRADARÁN, UNA CRÓNICA DE PERIODISTAS DE GUERRA EN EL SALVADOR, EL DIARIO VERDE DEL "CHE", UNO DE DIEGO RIVERA, OTRO DE JAMES JOYCE Y ME ENCHARQUÉ AJAJAJA.

Frida dijo...
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