En Culiacán,los atardeceres son hermosos. Algunos dirán que así son en muchos lugares, tal vez, pero el sol de esta tierra que quema la piel me recuerda tristezas, dichas, emociones, locuras... Y así, en cada lugar que he visitado he dejado un poco de mí, y me he llevado un poco de esa tierra: el cielo limpio de los nortes deserticos de BC, Sonora, Coahuila; el mar de Mazatlán; los árboles con focos de Tepic, el mole de Oaxaca...
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